sábado, 10 de junio de 2017

La Escritura ha de ser proclamada



La Escritura ha de ser proclamada, escuchada, leída, acogida y vivida como Palabra de Dios, en el seno de la Tradición apostólica, de la que no se puede separar
Y, no se puede separar porque nació en Ella, en la Tradición primero Judía, luego apostólica, sin olvidar el judaísmo de los Apóstoles
La Biblia, ningún de sus libros fue dictado, ni surgió in situ
Si no que es una recopilación de Tradiciones, de transmisiones orales, incluso tomadas de otros pueblos, e incluso se da la circunstancia de que, como en el Génesis en un mismo capítulo nos encontremos, 3 tradiciones separadas por miles de años
En cuanto al Nuevo, en primer lugar, los evangelios fueron casi lo último que se escribió, y se hizo como cartas que se mandaban de una Comunidad a otra, empezando por la Resurrección
Mal estaríamos si lo que en Ella figura, no fuese cierto, no fuese Palabra, hasta que estuvo por escrito
Y, mal estaríamos si lo que no se puso en Ella, porque el mundo no podría con los libros, ya no fuese verdad
Porque no hay que olvidar que la escribieron hombres
Además acogerla dentro de la Tradición apostólica, encierra el verla, y vivirla como esos primeros cristianos de los que todos somos herederos, y entenderla mejor, porque era su lenguaje4