La vida en el Espíritu. Romanos 8, 9,13
El Apóstol escribe a los cristianos de Roma, a la Iglesia de Roma, y por la Fuerza la Ruah nos escribe a nosotros, te escribe a tí, me escribe a mí, escribe a la Iglesia de cualquier época.
Quien no tiene el Espíritu de Jesús, no es suyo, hay dos espíritus el de la carne, es decir el de la debilidad, que encerramos en esos 7 pecados capitales, aunque entran muchos más, y La Fuerza de La Ruah divina del Espíritu Santo, que trae 7 Dones, un sinfín de carismas, y 12 Frutos, vivir en la carne, en la debilidad, es vivir según las propias apetencias, cediendo a lo que apetece, pero es también vivir según el mundo, las modas, contrarias al querer de Dios, en época de Pablo y ahora
Vivir según el Espíritu Santo, y dejarse guiar por el querer de Dios, por La Fuerza de su Ruah que guío a Jesús y lo levanto de la tumba
Nuestro cuerpo, es decir nuestra naturaleza humana está muerta, no podemos hacer nada, por nosotros mismos, estamos muertos, pero si aceptamos a Jesús y a su Espíritu Dios por él nos resucita, nos hace vivir, nos hace fuerte y hace que no sigamos ya las obras caducas de la carne, y que demos los frutos del Espíritu Santo
Muchas veces se ha confundido carne con sexualidad, pero no tiene nada que ver, naturalmente una sexualidad vivida en contra del querer de Dios es obra de la carne de la debilidad producida por el pecado, pero es que lo mismo lo es vivir en la mentira, la cobardía para defender al hermano, la avaricia, el acaparamiento etc
El Espíritu de Jesús, La Ruah divina es tan fuerte que incluso si nos sacan la vida física, Él nos levanta como a Jesús
Nos conviene tener su Espíritu pidámoslo por María que siempre está con él.