Mañana del Viernes Santo, monumento en la iglesia de San Nicolás de La Coruña
Ya había visitado con mi amiga Marili, él de mi parroquia San Jorge, el jueves tras acudir a los oficios de los PP dominicos
Yo hacía tiempo que no realizaba la visita de las 7 iglesias, ya acudía a los oficios, así que lo hice un poco digamos por complacer a mi amiga
En el monumento de San Nicolás, encontré toda una catequesis, que no sé, si fue aposta, creo que no
Lo componían 2 racimos de uvas blancas, y de uvas rojas. Ahi estaban las dos naturalezas de Jesús, la divina que comparte con el Padre y La Ruha divina, y la humana que comparte con nosotros, y, que le dio Santa María.
Había un bollo de pan; un pan para ser comido, consumido, masticado, simbolo de su entrega, por cada uno, de su vida dada a cada uno, y, por cada uno, hasta el sacrificio, el pan eucaristico, y, toda su vida
Una espiga de pan. Su unidad de Persona, su personalidad humanas, y, su Persona divina eterna, unidas en un solo Jesús, desde que como un simple cigotillo, empezó su aventura humana en la niña judía más guapa de todo el mundo
En otro rincón estaba una palangana con una jarra de agua, y, una toalla, para recordar si la necesidad de la limpieza del alma, para acudir a su Mesa, pero también algo imprescindible el saber estar dispuestos a dos cosas muy difíciles
Una a lavar los pies es decir al servicio a los demás
La segunda no menos difícil que la otra, el dejarse ayudar, servir cuando se precisa
