jueves, 3 de noviembre de 2022

Dejarnos acariciar por Dios


Dejarnos acariciar por Dios que se nos manifiesta en la brisa. Arrebatandonos en carros de fuego a Dios, por el Corazón de Cristo
Es aceptar que todo lo bueno, viene de Dios, agradecerlo y disfrutarlo, son caricias del Padre Madre infinito
Agradecer los momentos si se tienen de intensa experiencia de oración, son los carros de fuego, por los que Dios nos arrebata mediante el corazón de su Hijo
Y, dejarnos mecer por la brisa suave de su Amor, que brota también del Corazón de su Amado; son esos momentos serenos
Pero a veces llegan las borrascas, las tormentas, los terremotos, vemos que el suelo tiemblan bajo nuestros pies, Nos rodea la sequedad, el mal ejemplo, o algo peor de los que debieran ser luz, avanza la noche oscura, el dolor en cualquier forma se hace presente
Es el momento de buscar refugio dentro del Corazón del hombre Jesús, que está abierto para que podamos colarnos, y,, sentarnos en el regazo del Padre Madre Dios