martes, 29 de noviembre de 2022

María grande por acoger La Palabra


María grande por acoger La Palabra.
Es muy probable que muchos católicos, si se nos preguntasé, porque es grande, qué es lo que hace importante a Santa María, a La Virgen María.
Diríamos que es La Madre de Dios Hijo, y sí eso es verdad, pero no es verdad completa
Por supuesto es Madre biológica en su humanidad asumida; del Hijo de Dios, de La Segunda Persona de La Trinidad.
Pero ese privilegio, no se lío ella así misma, fue un Don enteramente gratuíto del Dios Uno y Trino
La grandeza de María, lo que la hace única excepcional por ella misma, tiene que ser algo, que dependa enteramente de su libre voluntad, algo que ella allá podido negarse a hacer
Y, ahi nos van a responder dos personas muy cercanas a Santa María, o mejor dicho casi podemos decir que 3
La primera es el Dios Uno, y Trino, por boca del Arcángel Gabriel
Cuando Gabriel llega con su embajada junto a Santa María, lo primero que le dice es :
“Alegrate llena de Gracia, El Señor está contigo”
Eso es lo primero que le dice, hasta le cambia el nombre, de María por Llena de Gracia, y luego añade el motivo. Y el motivo es, “ Que El Señor está con ella”
Ahora bien, uno está en Gracia, y si está en Gracia Dios está en él y con él de una forma especial, sí hace su voluntad
Porque la voluntad humana, la voluntad de cada uno, es algo que Dios respeta, Dios no fuerza, Dios nos hizo libres, también a Santa María, casi la más libre, porque la libró ya al inició de contraer la atadura del primer pecado
Pero en ese sentido también Adan y Eva eran libres, ni siquiera habían tenido que ser liberados
Así que María, había observado, guardado, cumplido, acogido La Voluntad del Dios de Israel, de su Dios, esa Voluntad que se le manifestaba en La Escritura, en el AT que era el suyo, en su conciencia pura, en sus padres, en sus rabinos, para la joven María, solo una osa importaba, hacer La Voluntad de Yhv
Por eso era Llena de Gracia, por eso Gabriel la felicitaba, Dios estaba con Ella
La segunda persona es humana, es su pariente Isabel. Esta mujer que es la madre del Precursor de Jesús, cuando recibe la visita de Santa María, tras deshacerse en elogios inspirados. Lo último que dice a su joven sobrina, es
“Dichosa, tú porqué has creído...”
Es decir no le dice, “dichosa, o feliz, porque vas a parir al Mesías,  porque has concebido por el poder de Dios...”
No, le dice
“Dichosa tú porque has creído...”
María ha creído, es La Creyente
Pero antes hay que hacer una pequeña aclaración
La Fe no es cultura religiosa, saber muchas cosas de la religión, conocer toda la Biblia, todos los PP y Doctores, saberse todos los conocimientos teóricos, no es fe, es cultura religiosa, que es necesaria, y que va alimentar la fe, pero no es fe, de hecho un ateo puede ser un experto teólogo, eso no es fe
Tampoco es fe, el ser un buen apologeta, aunque se acerqué más, o mejor dicho, eso si es fe, pero una fe, que aún no puede llamarse tal
Seguramente había muchas personas en el pueblo judío, que tenían más conocimientos sobre la fe judía, sobre la Thora, Los profetas etc. que Santa María
Mucho menos sabía María, las verdades en las que creemos los cristianos
¿Entonces porque Isabel, la llama dichosa por haber creído?
Pues porque la Fe de María, era una Fe viva, una Fe operante,  creía en Yhv, y porque creía se sometía a él, a su voluntad, hacía su  voluntad, la acogía,, eso era acoger Su Palabra, y, lo hacía sin pedir nada a cambio
Una vez que tuvo claro que no había trampa ni cartón en “La visita de Gabriel”; reconoció su lugar y el de su Dios, y se puso a entera disposición, sin preguntar nada, ni del futuro cercano, ni de como sería su vida, nada
“Yo soy la esclava del Señor, hagase en mí según tu Palabra”
Y,  muy poco tiempo después, se fue a casa de su tía Isabel, que no vivía cerca, y con la que el trato no debía ser, pues de ir pasar el fin de semana, ya que de lo contrario. Sabría que estaba de 6 meses. Pues bien allá se encamina, y, no, no va para comprobar nada, porque hay cosas que o se creen, o uno no pierde el tiempo, su tía era una mujer que ya no estaba en edad de ser madre; era una mujer mayor casada con un hombre mayor; hombre que además era sacerdote, no podìa presentarse allí, como de visita,  y luego qué iba decir sí, resultase que todo había sido un sueño suyo.
“Venía a ver si estabas en estado de buena esperanza”, Eso sería una falta de respeto total
No, la joven María se pone en camino hacia Aikarin, y de prisa,  no para comprobar nada, porque ya se lo ha dicho El Señor, por medio de Gabriel, sino porque sabe que tiene que servir, y sabe que ya no va sola
Por eso, la felicita Isabel, porque eso fue acción suya, apoyada en La Gracia por supuesto, pero acción suya, algo que pudo no hacer
La Tercera Persona es divina humana. Es el Hijo de María.
Jesús de Nazareth
En dos ocasiones Jesús dijo
La primera fue ante una mujer que elogió a su madre, por ser su madre
Lo que Jesús dijo fue
“Dichoso quien guarda La Palabra de Dios”
La Palabra de Dios no es solo La Biblia, y no se refiere, ni se refería Jesús a tener guardados los Rollos Santos del AT
Tampoco a observar las Tradiciones y tradiciones y leyes cultuales y culturales del judaísmo
Para Jesús, guardar La Palabra de Dios, era hacer la vida, vivir conforme a Ella, era obedecer al Padre
No, es que Jesús dijese, que su Madre no merecía ser felicitada, ser proclamada bienaventurada, dichosa
Claro que sí, y más que nadie, pero no por ser su Madre, si no por ser La Esclava del Señor, la Obediente, precisamente porque era La Creyente, la Mujer libre, porque su Voluntad es la de su Dios.
La segunda ocasión, fue cuando recibió una visita de su Madre y hermanos, hermanos no uterinos, María solo parió a Jesús.
Esta vez lo que Jesús dijo fue
“Mi madre y mis hermanos son los que acogen La Palabra de Dios y la guardan”
Jesús es el Hijo natural de Dios, es Dios Hijo, un hermano en primer sentido es el hijo de los propios padres, el hijo del propio padre, por lo tanto, hermanos de Jesús, son aquellos que son con él hijos de Dios,que Dios permite le llamén Padre, porque son realmente sus hijos, no solo sus criaturas, y son sus hijos porqué hacen su voluntad acogen su Palabra, pero eso ninguno de los que estaban allí podía atribuirselo, unos estarían más cerca
Pero María sí, María se había sometido desde el principio a la Voluntad de Dios, ya desde su primer instante de vida en  el útero de Ana, no había existido, algo que al nacer y tener facultad de decidir la inclinase, hacia la oposición a Dios, puesto que no había culpa de origen, y sí esto fue Gracia especial, Privilegio, Don del Dios Uno y Trino, pero al que fue fiel toda su vida, que no fue fácil, por eso María estuvo Llena de Gracia desde su etapa de niña cigoto,  Gracia que fue en aumento, Gracia que logicamente Ella recibía de Jesús y por Jesús; puesto que Dios no debe nada, a nadie, y a nadie, es a nadie. 
La Gracia santificante es la que nos une a Jesús, y nos hace con él, y en él hijos de Dios
Así que como eso se cumplía en María, María era hija de Dios, y sí era hija de Dios, era, es hermana de Jesús
Así cuando Gabriel fue con su embajada particular, María no era aún la madre de Dios Hijo, pero era ya su hermana
Y, precisamente porque era su hermana,  porque estaba llena de Gracia, porque Dios era para ella lo primero, acogió La Palabra que Dios le dirigía por Gabriel, y La Palabra, es decir el Verbo de Dios, el Hijo de Dios, bajo a su útero y por la acción creadora del Espíritu Santo, tomó de ella carne humana, se hizo hombre
Sí María no fuese la obediente, no se habría sometido a su Dios, no habría aceptado de buenas a primeras, sin saber que llevaba parejo, el ser madre del Mesías
Pero como su Fe era viva, se sometió a Dios, acogió la Palabra, y, Dios Hijo la hizo su Madre
Así que María es grande por “Acoger La Palabra”