viernes, 5 de febrero de 2021

Se desató una gran tempestad



Marcos 4,35, 41
Aquella tarde les mando cruzar a la otra orilla, ellos cruzaron por medio de la gente, y, llegaron a la barca, había otras barcas con la suya.

Subieron a bordo, y, se desató un temporal tan grande que las olas inundaban la barca, y, corrían peligro de hundirse. Mientras Él dormía profundamente, Lo despertaron diciendo. “Maestro, no te importa, qué nos hundamos “, se despertó, increpo al viento, y, dijo al mar, “silencio, cállate” El viento se calmo, y, se produjo una gran calma

Y, les dijo, “hombres de poca Fe, por qué dudáis”

Ellos llenos de temor, se decían, pero quién es, si hasta el Viento y, el mar le obedecen.


Este es el Evangelio, para el 2º día del Octavario por La Unidad, del pasado año 2020; como los discípulos en el relato, según la comunidad de Marcos, los cristianos en la búsqueda de La Unidad, en la búsqueda de La Voluntad de Dios, en nuestra propia vida en La Iglesia( aquí abarco a todas Las Iglesias y Comunidades cristianas), Nos vemos asaltados, por “temporales” que amenazan con hundirlo todo, oramos pero Jesús ronca apaciblemente, si gritamos todos juntos lo despertamos, entonces con Él viene la calma, la paz, por eso los cristianos todos hemos de orar juntos, Y, orar para que cada vez podamos hacerlo más unidos. Hasta que llegue el día en que seamos realmente uno.

Como Jesús, el Padre, y, El Espíritu son El Uno eterno

Oración
Oh, Dios, tu palabra es luz para nuestros pasos y sin ti nos perdemos y nos desorientamos. Ilumínanos, para que por medio de tu palabra podamos caminar por tu senda. Que nuestras Iglesias anhelen tu presencia que guía, consuela y transforma honestidad para reconocer aquellos momentos en que hacemos difícil que otros puedan ver tu luz; y danos la gracia que necesitamos para compartir tu luz con los demás. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo, que nos llama a nosotros, sus discípulos, a ser luz del mundo. Amén.