“En la soledad
si el alma está atenta Dios se deja ver, la multitud es
ruidosa para ver a Dios
es necesario el silencio” San Agustín
Soledad sobre todo en el interior
de uno mismo, pues de lo contrario no sería soledad real, uno puede estar en
pleno silencio físico, pero si su mente está llena de ruidos, de sus cosas, si
deja penetrar la voz del mundo, será difícil escuchar la Voz de Dios
Este silencio es el más difícil,
el otro no tanto, basta con ponerse tapones en los oídos
Pero es bueno intentarlo
Y, no confundirlo con el
vaciamiento interior
Si no con cerrar las puertas del
alma a todo ruido exterior, e interior, tratar de concentrarse, es bueno
empezar tranquilos, frente al Sagrario, o la creación el mar por ejemplo, o en
casa con la Biblia, un icono, etc., y poco tiempo
Sí no se logra el silencio no
desesperarse, dios también habla en el ruido