Desde el inicio Dios separa, la
Luz, de las tinieblas; y aparte de hablar de la creación de La Luz, del día de
la noche, va mucho más lejos, y por ello Juan lo recogerá, en su prólogo
“La Luz brilla en las tinieblas
pero las tinieblas no la acogieron”
La Luz es Jesús, el Verbo de
Dios, quien como Dios separo la luz de la tiniebla al inició de la creación,
pero hay otra tiniebla peor el pecado, el desconocimiento voluntario de Dios,
el ataque a La Luz, el Verbo se encarna se hace Jesús, y como Luz viene a
disipar las tinieblas del hombre, pero al hombre, no le interesa, sigue sin
interesarle, por eso persigue a La Luz, la apaga y la encierra en una tumba,
eso cree, pero La Luz brilla más intensa, y a partir del 3º día es tanto su fulgor que las tinieblas se ciegan aún más
La tiniebla no admite la luz, si
la admite, deja de ser tiniebla, se hace luz, el bien vence al mal; y para ello
es preciso que la luz lo muestre, por ello el padre de las tinieblas el diablo,
quiere que los hombres sigan en las tinieblas en la oscuridad, para que la Luz
no pueda iluminar sus vidas; esta Luz es Jesús, porque a veces crea falsas
luces, tinieblas disfrazadas, sectas de todo tipo
La Luz que es Jesús la
encontramos en La Escritura, en la Tradición divino Apostólica, en la Iglesia en unión con el Papa, sea quien
sea, en La Eucaristía, en la oración
Fuera de ahí, aunque parezca luz,
es tiniebla
Naturalmente los no cristianos
también son llamados a la Luz, Dios lo hace por sus religiones si son santas,
es decir si adoran a Dios, al Bien, porque también llaman algunos religión al
satanismo; y esto es tiniebla total, y condenación eterna