lunes, 9 de enero de 2017

Salvar al otro





Por qué  puedo ir a salvar al otro

Para empezar yo no puedo salvar a nadie, ni a mí misma, nadie puede salvarse por sí mismo, ni puede salvar a otro, el Único Salvador es Jesús, el Único Justo, lo que yo puedo es aceptar esa salvación gratuita que se me ofrece;  y, la acepto cuando recibo a Jesús como Señor y Salvador

Recibirlo como Señor, es hacer su Voluntad, que es la del Padre, y, que me manifiesta de varias formas, una de ellas por La Iglesia; aceptarlo por Salvador es, teniendo en cuenta lo anterior, usar los  medios de santificación donados por Él a su Iglesia, los sacramentos

Cualquier otra cosa, es una pérdida de tiempo y de eternidad
Respecto a los demás, teniendo en cuenta su libertad

Yo puedo corregir, cuando tenga derecho a ello, puedo enseñar, pero el otro puede decidir no aprender, puedo hablar, y, sobre todo dar ejemplo, y, puedo orar por el otro
Pero el aceptar la Salvación es personal, no puedo obligar
Y, por supuesto no puedo salvar
Sólo un Nombre salva, Jesús