Por qué puedo ir a salvar al otro
Para empezar yo no puedo salvar a
nadie, ni a mí misma, nadie puede salvarse por sí mismo, ni puede salvar a
otro, el Único Salvador es Jesús, el Único Justo, lo que yo puedo es aceptar
esa salvación gratuita que se me ofrece;
y, la acepto cuando recibo a Jesús como Señor y Salvador
Recibirlo como Señor, es hacer su
Voluntad, que es la del Padre, y, que me manifiesta de varias formas, una de
ellas por La Iglesia; aceptarlo por Salvador es, teniendo en cuenta lo anterior,
usar los medios de santificación donados
por Él a su Iglesia, los sacramentos
Cualquier otra cosa, es una
pérdida de tiempo y de eternidad
Respecto a los demás, teniendo en
cuenta su libertad
Yo puedo corregir, cuando tenga
derecho a ello, puedo enseñar, pero el otro puede decidir no aprender, puedo
hablar, y, sobre todo dar ejemplo, y, puedo orar por el otro
Pero el aceptar la Salvación es
personal, no puedo obligar
Y, por supuesto no puedo salvar
Sólo un Nombre salva, Jesús