sábado, 21 de enero de 2017

Manantial de agua, que salte hasta la vida eterna




Como leo lo que dice Jesús en JN 4, 14, que por medio de Él puedo ser un manantial de agua que salte hasta la vida
Reconozco que no es fácil la lectura, pero penetrando dentro del texto, puedo, colegir entender algo, de lo que el Espíritu quiere transmitirme
Primero que me olvide de ir sola, sin Jesús no puedo hacer nada, si puedo hacer cosas inútiles todas,  pero si estoy unida a Él, su gracia brota en mi, pero no se queda quieta,  recorre todo el Cuerpo místico, y, lo mismo me pasa a mi, con la Gracia de los otros miembros, esto no quiere decir, que si un miembro esta gangrenoso, o paralitico, por la savia del resto de los miembros reviva, no, ahí sólo puede hacerlo La Cabeza, si el miembro, o célula en cuestión no lo rechaza, pero también aquí, los demás miembros tienen su papel, no lo curan; pero ayudan la gracia de cada uno, ayuda a que el pecador impenitente acepte la llamada y se deje convertir, y, del mismo modo, el daña al resto del Cuerpo, lo ralentiza, porque lo primero es que el miembro sane
Por medio de Jesús, El agua de la gracia pasa de unos a otros, nuestra oración llega a Dios por Jesús, nuestras obras son hechas por Él, la Biblia es para nosotros su Palabra, si no es una colección de libros
De ahí que sea precisa la unión con Jesús, que es causa de la unión con los otros y ha de ejercitarse
No basta aunque sea lo primero evitar el pecado, y, pedir perdón al caer, porque caer, vamos a caer; es preciso el trato personal en la oración, encontrarlo en la Biblia, en La Eucaristía, en los otros, asi ese Manantial que broto de su costado herido, del que habló a la samaritana estará en cada uno, y podré, podremos contagiarlo a los demás