lunes, 2 de diciembre de 2024

Reflexión personal Domingo 6º de Pascua

 

Reflexión personal Domingo 6º de Pascua

Hch 10,25-26.34-35.44-48:

El don del Espíritu Santo se ha derramado también sobre los gentiles.

Cuando iba a entrar Pedro, Cornelio le salió al encuentro y, postrándose, le quiso rendir homenaje. Pero Pedro lo levantó, diciéndole:
«Levántate, que soy un hombre como tú».

Pedro tomó la palabra y dijo:

«Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea».

Todavía estaba hablando Pedro, cuando bajó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban la palabra, y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles, porque los oían hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios.

Entonces Pedro añadió:

«¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?».
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo.
Entonces le rogaron que se quedara unos días con ellos.

Sal 97,1.2-3ab.3cd-4:

El Señor revela a las naciones su salvación.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

1Jn 4,7-10:

Dios es amor.

Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

Aleluya Cf. Jn 14,23:

Aleluya, aleluya, aleluya.

El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-,y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

Jn 15,9-17:

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

Reflexión personal.

Con el versículo del Salmo.

El Señor revela a las naciones su Salvación.

En La primera lectura, del libro de los Hechos, vemos como en primer lugar, Dios revela a Cornelio, que los gentiles somos amados, salvados, llamados a La Iglesia, y le indica que mande buscar a Pedro, aunque ese pedazo no se lea en esta Misa; Cornelio va buscar a Pedro, no a María, ni a Juan... a Pedro. Primero antes de lo que piense, el obispo, el teólogo. Esta escuchar al Papa. Hoy Francisco

Cornelio no se pasa con el homenaje, pues ve a Cristo en Pedro, es Pedro, quien todavía se mira el ombligo, y piensa “que el ramo de flores es para ella, cuando es para la señorita”

Dios da el Espíritu Santo, a Cornelio y amigos. Confirmándole a Pedro, que la entrada de los gentiles, es voluntad suya. Y, Pedro se rinde, aunque todo el AT le mandase alejarse de los gentiles, aunque el mismo Jesús les hubiera dicho, que no fueran a aldeas de samaritanos, ni gentiles.

Pedro aprende, que Dios se revela a los pueblos. Dios es Dios de Salvación para todos.

La Epístola. La Primera Carta de Juan, nos invita a amarnos, como nacidos de Dios que somos

En el Evangelio según Juan.

Jesús nos recuerda que somos suyos, esto no va de curas, monjas, ni obispos, va de bautizados, somos suyos, porque Él nos eligió. Nos ama, y nos manda amarnos como él nos amó. Vivir y caminar en la observancia de sus Mandatos, es la prueba de Amor. Y, aunque por supuesto no anula el Decálogo, no se refiere a él, sino a la Ley del Amor, que lleva a dar la vida

Ya no se trata de no matar. Si no de no hacerlo, por amor al hermano, a la persona que íbamos matar, y ya no solo porque podíamos ser ella, si no porque matarla a ella es matar a Jesús, y no solo no matarla, defenderla y cuidar su vida

Es La Ley Antigua purificada y Nueva.

Volviendo a la Primera lectura. Aunque Pedro tuvo algunas protestas, nada que ver, con la que le montan al Papa Francisco los católicos cismáticos de ahora. Y tiene la misma autoridad que Pedro. Hablando a lo bruto. Francisco es Pedro

Orando con La Palabra de Dios. Para el Domingo