La verdadera Esperanza se apoya en La Verdad, aunque duela no es optimista ni pesimista. Sabe ver el riego confía en Quien ama y protege, sino escapa de Él.
La verdadera Esperanza es aquella cuyo fundamento es sólido como roca. La otra esperanza es pura imbecilidad
Está Esperanza se apoya en La Verdad no en verdades y promesas cáducas.
No es optimista sabe que sí está enfermo debe ir al médico, sí quiere comer debe trabajar, que no se aprueba rezando si no estudiando
No se olvida de que hay gente regular y mala.
Los buenos están en el Purgatorio.Los santos en el Cielo. Así pues no es optimista es realista.
Sabe que no es ni bueno ni santo, pero quiere serlo
Y, sabe que sólo no puede
Apoyado en “Su Esperanza”, Sí
Tampoco es pesimista
El pesimista es él que mira las cosas con sus gafas, quien sólo ve lo negativo, quien no conoce La Providencia
Que no sea pesimista no significa que no vea los peligros
El que tiene Esperanza. Sabe que lo peor no es la muerte.
Lo malo de verdad es el Infierno
Él que tiene Esperanza dice con Pablo
“Se de Quien me he fiado, y no yerro”
Y, repite con el salmista
“Yhv es mi Roca, mi Baluarte donde me pongo a salvo”
Porque Nuestra Esperanza es Cristo Dios Hijo
Es Dios Padre, Es Dios Espíritu Santo.
Es el Dios Uno y Trino
Él que es, y Él que será, Él que viene de nuevo a cada instante sin haberse ido
El que viene en el Trueno en el Vendaval y en la brisa
El Dios de Israel
Esperar en las criaturas es ser imbécil
Hacerlo en las cosas
Es de camisa de fuerza
“En Dios pongo mi Esperanza y confío en su Palabra” Repetía enfermo y anciano en su homilía, esa era su homilía. D. Antonio Roura sacerdote. Al que debo mucho como cristiana, y de cuya santidad no dudo. Al que rezo, por él que rezo por si aún se haya en “La Antesala del Cielo”
Acabo repitiendo lo mismo
En Dios pongo mi Espera
nza y confío en su Palabra