La Cruz muestra el poder del Amor de Dios, y el poder del Amor del hombre, cuando obedece a Dios.
Un Dios que nos ama tanto, que me ama tanto que se hace carne, para someterse a la muerte de Cruz, para hacerse maldición, pecado por mi, con el fin de rescatarme, para hacerme bendita. Eso solo el Amor infinito de Dios lo puede hacer.
Un Dios que en La Cruz, destruye la muerte, el pecado que me salva, que nos salva a cambio de nada
Un Dios que mata la muerte con su muerte humana en Cruz, que destruye el pecado, con lo que debería ser el pecado imperdonable.
A tanto llega el Amor de Dios
Pero la Cruz muestra también el poder del Amor del hombre, del hombre, pues Jesús es un hombre. Muestra su Poder cuando ese hombre es Levantado, Glorificado, sentado en el Trono de Dios, cuando ese hombre destruye y vence al pecado y a la muerte, cuando en lugar de quedar y ser un maldito, es el Bendito por los siglos de los siglos
Cuando no solo es causa de condenación, de quienes lo condenan injustamente sino su Salvador
Y, todo eso porque ese hombre Jesús ama a Dios, lo ama como Hijo, porque es Hijo también en su Humanidad, lo ama, y como lo ama lo obedece, y como al Padre ama a los Hombres sus hermanos; y por eso da su Vida para salvarnos
Dios y el hombre juntos para siempre. En la carne del hombre Jesús el Hermano mayor, el Dios unigénito, hecho hijo de Mujer.