Jesús Resucitado y Pedro frente a frente. Camino de Gloria
Por fin están frente a frente. Jesús y Pedro
Pedro él que juró, que sería fiel hasta la muerte
Pedro él que con espada intentó defender a su Maestro
Pedro él que negó ante unos criados
Jesús y Pedro
Jesús ama a Pedro, no ha dejado de quererlo. Le interesa que no se desvíe. Lo necesita.
Y, Jesús empieza por preguntar a Pedro
Simón hijo de Juan, me quieres más que estos. No le pregunta sí lo Ama a él más que a sus compañeros. No, sí no sí lo ama, más que lo aman ellos
En La Cena, antes de la muerte. Pedro había dicho.
“Aunque todos te nieguen, yo no, aunque tenga que morir”
Luego las tres negaciones
Pedro había dejado caer que tal vez, los otros 10 pudieran fallar, pero fallar él, jamás
El caso fue que salvo el adolescente Juan, fallaron todos
Qué va responder Pedro, ahora
Que lo ama menos, que lo ama igual
No, porque él no sabe como lo aman, sus compañeros, él no ve su corazón, ni siquiera ve el suyo. Pero él sabe que quiere a Jesús, cuanto no lo sabe.
Por eso responde
Tú sabes Señor, que te quiero
Jesús le dice
Apacienta mis ovejas.
No le manda ni le regala sus ovejas, le dice que apaciente sus ovejas, las de Jesús. Es decir que guíe, que oriente, que cuide a los cristianos, a los seguidores de Jesús, que son, que somos de Jesús no de Pedro
Y, vuelve Jesús a preguntar
Simón hijo de Juan, me quieres más que estos
Pedro responde lo mismo
Señor, Tú sabes que te quiero
Y, Jesús le responde de nuevo
Apacienta mis corderos
De nuevo pero con un cambio le pregunta
Simón hijo de Juan, me amas más que estos. Amar es sinónimo de querer pero no es lo mismo, querer hace alusión a querer tener poseer, amar es donación, por eso se quiere a las cosas, a los animales, se ama solo a las personas, aunque también se les quiera
Aquí a Pedro le fallan las fuerzas, se llena de tristeza
Responde
Señor, Tú lo sabes todo, sabes que te amó. No puede decir cuanto, ni como pero eso Jesús lo sabe
Jesús responde
Apacienta mis ovejas. Cuando eras joven te vestías e ibas donde querías, cuando seas mayor te vestirán y te llevarán a donde no quieras. Con esto aludía a la muerte con la que iba glorificar a Dios. Después como un Dia en Galilea, en aquella pesca primera. Añadió. “Sígueme”
Pedro vid al Discípulo amado, y preguntó. Qué pasaba con él, pero Jesús fue claro, “Sí Yo quisiera que este permaneciera, hasta mi vuelta, a ti qué, tú Sígueme”
Pedro se interesa por Juan, tendrá que esperarlo. ¿Deberá su seguimiento del Resucitado, depender o esperar por el seguimiento de Juan, ver que le pide El Señor al otro?
Pero Jesús es claro, él no es Juan, el seguimiento es personal, a Pedro no le importa lo que Jesús pida o exija de Juan, no puede excusarse en Juan, para escaquearse. Él tiene una orden clara de Jesús, y del otro se ocupa Jesús.
Yo no puedo basar mi seguimiento de Jesús, de lo que hacen o dejan de hacer otros, ni pretender que otros basen su seguimiento en lo que haga o dejé de hacer yo
Yo sé que Jesús está vivo, sé donde está, y la decisión de seguirle es mía, personal. Como La Ruhah me indique
Por suerte tengo a Pedro hoy Francisco para guiarme. Pero no para seguirlo por mí.
El Seguimiento es Personal.