jueves, 26 de diciembre de 2024

La creación del ser humano Gn2,4-24

 Dios creá al hombre y la mujer como imagenes suyas.

Al hombre lo creá para que trabaje la tierra, la domine;le da pleno dominio sobre todos los seres para que los domine y someta; es por eso que es el hombre quien les pone nombre 

En las culturas semíticas el nombre identificaba al que lo recibía, y quien lo imponía, mandaba, dominaba sobre él que lo recibía 

Ningun ser humano impone el nombre a un gato, perro, etc el gato ya es gato el perro es perro etc. La forma que uno usé para llamar a los animales de su propiedad no cambia nada; son lo que son

Si uno a su gato le llama “Lucero”, sigue siendo gato 

En el caso del Génesis no, el gato es gato el perro perro etc; porque lo decide Adam, al llamar los gato, perro etc.El hombre es su Señor en el Señor y con el Señor

 Es decir los humanos somos superiores y tenemos pleno dominio, sobre todo lo creado no unos sobre los otros 

Adam el hombre no pone nombre a la mujer, la reconoce, como su igual 

Dios hace a la mujer de una costilla porque no es superior al hombre, por eso no la hace de su cabeza

No es inferior, por eso no la hace de sus pies

La hace de una costilla porque es su igual, y porque las costillas sin ser parte vital protegen el corazón

La mujer está llamada a proteger al hombre que es el ser más débil 

Juntos han de trabajar, desarrollar y dominar La Creación de Dios

Dios da al ser humano y a las fieras la hierba como alimento es absurdo pensar en leones o tigres paciendo 

Lo que está indicado es que hasta la violencia natural en los pobres irracionales es consecuencia del primer pecado que trastocó La Creación y abrió las puertas al Mal

Dios impone un Precepto no comer del árbol de La Ciencia del Bien y del Mal

No toca al hombre ni a la mujer decidir lo que es bueno o malo, sino seguir La Voz de su Creador en su conciencia, someterse a su Voluntad.Así el ser humano es Señor con el Señor

Pero pretender ocupar el lugar de Dios, o se su igual es ir contra La Creación y por ende contra sí mismos

Cayendo por debajo de las bestias; sin posibilidad de levantar sé, si el mismo Dios no lo hace