“Que cuando vengas, estemos despiertos”
Jesús nos avisa de que va venir, cuando menos lo esperemos,
de improviso, y, que ay de nosotros si nos halla durmiendo
En realidad Jesús está viniendo continuamente, pero habla de
su Venida definitiva, donde nos encontraremos con Él sin disfraces, y, no puede
hallarnos dormidos
Qué es estar dormido
Es tener la fe de los cinco años, no en su pureza, sino en
su infantilismo
Es pensar que podemos estar a bien con el mundo, y, con
Jesús
Es pensar que con nuestra almita todo arreglado
Es no formar ni hacer crecer nuestra fe
Es no orar, si acaso un avemaría mal rezada, y, eso si hay
algo que pedir
Es no sentir como propio el dolor ajeno
Y, pensar que somos buenos cristianos porque llevamos una
cruz al cuello
Es no hacer nada, para que el mundo cambie
Es dejar que Jesús siga su agonía solo, en las mujeres y
hombres maltratados
En los niños abortados, violados, abusados, muertos de
hambre, despreciados, corrompidos
En los exiliados muertos en el Océano…
Mientras que nosotros como los discípulos en el huerto,
roncamos soñando que esos no son nuestros problemas.