lunes, 2 de diciembre de 2019

Toda vida en especial la humana es Don del Espíritu Santo

Toda vida en especial la humana es Don del Espíritu Santo

“Señor y dador de vida”, confesamos en el Credo
Por ello toda vida, viene es protegida, mantenida en la existencia por el Espíritu Santo

La no humana, la deja a nuestra tutela, no a nuestro abuso, no se pueden maltratar árboles, vegetales, animalitos, sí se puede comer pollo asado…

Pero la vida humana, desde la concepción hasta que ese ser  humano es llamado a su destino definitivo por Dios. Le pertenece sólo a Él, y, da igual si es una buenísima persona, o un criminal. La vida humana que procede del Espíritu Santo, que es cuidada, protegida, y, mantenida por Él, es inviolable, por ello la pena de muerte, la tortura, el acaparamiento de alimentos, los salarios injustos, el homicidio corriente, la eutanasia, el aborto, el genocidio. Son pecados, ofensas que le hieren.

Y, que jamás un cristiano puede justificar.