Proclamar el Evangelio en el mundo, cómo
Los cristianos tenemos el deber, de proclamar el Evangelio, pero cómo
Los laicos no podemos clericarizarnos, pero el mandato sigue ahí
La forma
Viviendo en cristiano
Luchando por la Justicia, La Verdad, La vida
Amando el mundo, pero no sus leyes, salvo excepciones
Dando respuesta de nuestra esperanza, al que nos la pida, no al que quiera saber por saber, no se pueden echar margaritas (piedras preciosas a los cerdos)
Compartiendo nuestro modo de ver el mundo la vida la fe, cuando sea oportuno, y, a veces cuando no lo sea
Para ello formarnos continuamente, nunca se puede bajar la guardia
Y, orar, orar también continuamente.