Al proclamar a María feliz por haber creído proclama a todos los creyentes
Cuando Isabel proclama a María feliz por haber creído está proclamando felices, bienaventurados a todos los que creen
No en cualquier cosa, no en cualquier dios, sino en el Dios de Israel que siempre cumple lo que promete
No sólo es feliz, bienaventurada María por haber creído a Dios que le hablo por el ángel, sino todo creyente en el Dios de Abraham, de Jesús, que confía en Él en su palabra
Y, no porque en este valle de lágrimas, le vaya ir de perlas, no le fue a Jesús, no le fue a María su madre, si sólo nos quedamos en el primer tomo de la historia, que es este mundo
María de feliz más bien poco, pero si trascendemos al segundo tomo. Al hacer de Dios, a la Resurrección, a la Vida de verdad entonces María es la primera de los bienaventurados, y, cada creyente lo será en la medida en que se halla fiado de Dios
Somos felices por haber creído, si es que de verdad creemos, porque fe y cultura religiosa no son lo mismo.