Dios nos vistió vestiduras de salvación
Cumplió con largueza lo que nos había prometido por boca de Isaías, “Os vestiré vestiduras de salvación”
Dios nos puso el manto real, ese manto es La Sangre que Jesús derramó por cada uno, y, es la que nos lava, la que saca de nosotros arranca de nosotros nuestros pecados; si lo aceptamos y dejamos hacer a Dios, aceptar es aceptar a Jesús por Salvador, y, aceptar a Jesús por Salvador, es aceptarlo por Señor, aceptarlo por Señor, es saber que está vivo, no es alguien del pasado, sino un contemporáneo
Eso implica hablar con Él, oración no sólo rezo, conocer y, preguntarle que quiere de mí, hoy, oración bíblica, sometimiento al Papa, y, obispos en comunión con él con el Papa.
Sacramentos, como cristiana católica, los 7 la penitencia entre ellos pero no como un voy y le cuento, sino un recomienzo de nuevo, un me presento como enferma, que quiere ser curada
Y, hacer lo que Jesús quiere, no la sociedad, no tal partido, ni siquiera lo que a mi humanamente me apetezca. Eso es aceptar a Jesús. Y, es por eso que Dios nos viste el manto real de su Hijo
Las vestiduras de salvación.