¿Es mi cristianismo, mi fe sosa?
Naturalmente no va de examen personal público, va de todos y cada uno de nosotros
A mí, me viene muy bien pararme ante Dios, y, ante mí, misma, para preguntarme, si mí fe es sosa
Por sosa, me refiero a sí los no creyentes, que me ven, se sienten interpelados, o más bien se sienten espantados
Si los no cristianos, los no creyentes, y, los demás sienten al verme que ser cristiana, es como dicen los adolescentes. “chachi pirulí”
O, si soy una más del montón, igualita al buen ateo
O, si empalago, si me ven como algo reaccionario, intolerante, que piensa más en el culto, que en Aquel al que debe dar culto…
Y, entonces espanto a todo el mundo
Y, una comida sosa, no se traga, pero con sal de más tampoco
Jesús quiere que sea sal
Por lo tanto, no me queda otra
Procurar con su ayuda ser sal, pero buena sal.