sábado, 26 de octubre de 2019

Qué vale eso, ante la eternidad.

Qué vale eso, ante la eternidad. 
Si me fuera a morir mañana a sabiendas me importaría ese hecho, circunstancia.

Muchas veces a la hora de tomar una decisión importante, calibramos el éxito o fracaso que nos va ocasionar, los amigos que podremos ganar o perder

La gente influyente, a la que podremos disgustar o agradar

Los bien pensantes y los mal pensantes

Y, olvidamos una cosa, el pensar en lo que realmente importa

En La Eternidad

Cómo va repercutir en la Eternidad esa acción, y, como va repercutir para nosotros, para mí, para ti, y, respondernos con sinceridad, si supiera que voy a morir dentro de un rato, mañana, o, en unos días, haría lo que voy hacer, diría lo que voy a decir

Porque si la respuesta es negativa, la acción debe ser rechazada, aunque  nos fueran dar el Nobel por ella, o hacer una estatua. Que de poco vale en el infierno.

Cuenta que a Tomás Moro, lo visito su mujer en la cárcel, para persuadirlo que firmara la aceptación del divorcio del rey, él entablo con su mujer un diálogo en el que le iba preguntando de no firmar cuanto podría vivir, la mujer iba añadiendo años, hasta que llego a una cifra casi imposible para aquel entonces.  “50 años señor, podríais vivir  50 años, vuestra familia fue muy longeva”

Y, el futuro Santo Tomás Moro, le respondió, “Decís, esposa mía, que si firmo puedo llegar a vivir  50 años, ni uno más”

“Bueno ya no sois un niño, 50 años está bien”

“Si muy bien, pero sois una estúpida queréis que cambie la eternidad que no se acaba por 50 años, que pasan volando, no valéis para hacer negocios esposa”

Eligio la eternidad y vive feliz en el Cielo