Hozar en las propias y en las ajenas miserias no es lo mejor, para ver lo bueno que Dios hizo en mí, en los otros, en todos.
Lo siento mucho, pero puede que haya casos especiales, pero las confesiones generales de toda la vida, el recrearse en los fallos del pasado, el pensar en lo malo que uno fue, fueran cuales fueran las burradas que hizo, y, hacerlo una y otra vez.
No es lo mejor para ver lo bueno que Dios ha hecho en cada uno, en mí, en ti, en el otro, lo bueno que Dios ha hecho en uno, y, por uno, porque el Bien, lo bueno, solo viene de Dios, y, el bien que hacemos es unión de Jesús, lo sepamos o no, y, si no, no es algo inútil.
Si puede haber momentos que exijan una vuelta al pasado, del que ya nos arrepentimos y convertimos, como cuando nos da un ataque de orgullo, de lo buenos que somos, el mirar y recordar lo que llegamos a ser, y, en donde hubiéramos parado de no ser por Dios, es hasta necesario, pero eso es oración personal, llevarlo a confesión sólo si uno cree precisa ayuda, o incluso si quiere consultar si es prudente hacerlo público, aunque sea en forma reducida
Pero pedir perdón por ello, no, Dios es presente, nos perdonó, me perdono, te perdono, pues olvidado por Dios, y, por uno en cierto modo también como dice. San Josemaría, “es que te creías santo e impecable”
Es bueno también recordar en cierto sentido ante situaciones de peligro moral, Dios nos ayuda con su gracia, pero no es nuestro mago, si uno deja una estufa encendida, un día de viento cerca de cortinas quema la casa. Si uno por ejemplo con tendencia a la bebida entra en un bar, acaba bebiendo. Los ejemplos podrían ser muchos
Recordarlo para no aconsejar debiendo hacerlo o no reprender a quien va cometer los mismos errores, es obra del diablo
Por ejemplo una mujer que aborto, tiene todo el derecho y el deber de condenar el aborto, y, decir al que lo va hacer que no lo haga, lo del aborto vale para cualquier otro crimen o pecado grave
Y, si esto es en relación con uno mismo
Cuando se trata del prójimo la cosa se agrava, recordar no hablo de calumnia ni murmuración, eso ya es condenable directamente por Dios, sino en el caso de personas conocidas por el hecho fuese, ante obras buenas que realizan, incluso buenos consejos que puedan dar, palabras que puedan pronunciar que lleven al bien, recordar, o basarse en hechos malos que hicieron en el pasado, o malos consejos que dieron, o incluso frases herejes, o hasta blasfemas que dijeron. Para rechazar las y rechazar el bien que Dios nos trae por ellas
Es seguir el consejo del Diablo, y, dudar de que Dios puede usar los medios que quiera
Y, cuando en lugar de una persona se hace con un colectivo, es obra del infierno en pleno
Con todos hay que vivir el presente, y, confiar que Dios es Amor y Gracia