"Es muy necesario purificar el corazón del pecado con la penitencia." Clara de Asís
Tenía y tiene razón la compañera de San Francisco, la Santa Fundadora de las Clarisas, el Corazón ha de ser purificado con la penitencia, y, no es solamente el Sacramento de la Confesión, sino, el doblegarlo ante La Voluntad de Dios.