Murmuraban los vecinos del Padre del Pródigo
Desde que Dan el hijo menor del hacendado, había llegado de nuevo a casa, tras haber estado un tiempo fuera, los vecinos y en parte colonos de su padre no paraban de murmurar.
Yo decía un vecino llamado Elías, es mi hijo y no lo dejó entrar
Cuanta razón tienes Elías, replicaba una mujer. Estaba yo con mis vacas en el campo, y lo ví parecía peor que un mendigo,y que pestazo
Cómo que dicen que estuvo cuidando el animal impuro, el cerdo, y quería comer lo que le daban a los animales, pero no le dejaban.
Qué horror sentenció Ruben, cuidar cerdos animal impuro, y pensar que se marchó como un señor
Pues ya habéis visto, dijo Raquel el padre le puso túnica nueva, sandalias de primera, anillo en el dedo
Sí anillo interrumpió de nuevo Elías, para que lo vuelva a arruinar, ese es capaz de firmar la venta de todo lo que tiene el padre
Raquel prosiguió hablando de nuevo, bueno él reconoció que se había portado mal, que le bastaba ser un criado, pero el padre pues lo dicho, hasta ha organizado fiesta,y nos ha mandado invitación a todos
Hablo entonces Jacob. El hermano ha dicho que volvió después de gastar el dinero con mujeres de la vida
Corto. Raquel, para decir: Y eso quien se lo dijo al hermano, a lo mejor, se lo robaron, lo invertió mal, él no es buen hermano, no hizo nada para impedir que se fuera
El abuelo Daniel llevaba tiempo callado, y por fin hablo. El amo Ezequiel lloraba todos los días, yo lo veía acercarse a la loma, a ver si lo veía venir, cuantas veces me dijo
Daniel, mi hijo volverá, y lo abrazaré es buen chico, muy bueno, pero es joven y los jóvenes hacen tonterías
A mí, dice el abuelo Daniel, me entraban ganas de decirle
Amo Ezequiel tu hijo es mal hijo, es un sinvergüenza, pero en lugar de eso decía
Claro amo Ezequiel,volverá claro que es bueno, volverá sí el Cielo lo quiere
Y, siguió hablando el abuelo. ¿Sabéis porqué le respondía así? No lo hacía porque sea el amo, de las tierras que trabajamos, lo hacía porque yo que a mis 70 años he visto morir a todos mis hijos, sé que no hay mayor dolor para un padre, y que no hay mayor consuelo que esperar la vuelta del hijo que sé fue, yo también haría fiesta si un hijo mío regresase, entiendo al amo Ezequiel. Por eso vecinos todos tenemos que ir a la fiesta esta tarde, hay que acompañar al amo en su alegría. Todos los que tenemos hijos habríamos hecho lo mismo, tú también Elías, el Cielo quiera que nunca seas puesto a prueba con tus dos pequeños.
Razón tiene abuelo Daniel, dijo una mujer a mi se me largo una hija con un romano, hasta adopto su religión, él la dejo y ahora por lo visto ejerce la prostitución sagrada por los templos de Tiro, eso es más pecado que cuidar cerdos, y os juró que si volviese la vestiría de seda y lino, e iría con ella del brazo a la sinagoga el Sábado.
Aquella tarde todos los vecinos participaron en la fiesta del regreso de Dan.
