Confiar en nosotros y nuestras obras es confiar en los ídolos
Sí porque es hacernos absolutos, confiar en que nuestras buenas obras, valen y llegan para salvarnos, es anular la Redención, por qué nos redimió Jesús, sí solitos podíamos hacerlo
No quiere decir estó, que debamos despreciarnos, no todo lo contrario hemos de amarnos en Dios y por Dios, y con Dios, pero hemos de conocernos, saber los límites que tenemos en todos los campos, y no dudar ni un instante que no podemos hacer nada, sin la ayuda de Dios, sin Jesús
“Quien conmigo no recoge, desparrama”, Ev de Marcos
Saber que nuestras buenas acciones que empieza por guardar el decálogo, solo lo podemos hacer con la ayuda de la Gracia, es decir con Jesús, y eso, no nos lleva al Cielo, aunque lo contrario sea un vale para una partida de poker con el cuernín, eso sólo es una confesión viva de Fe en el Resucitado.
Porque La Fe se confiesa con las obras. Con la obediencia.
