En La Misa no solo celebramos la muerte de Cristo sino su Resurrección y Ascensión. Recibimos al Viviente, al Resucitado y exaltado. EE
Posiblemente se haya insistido mucho, en que La Misa era el mismo Sacrificio del Calvario, y es cierto, pero si nos quedamos solo ahí, estamos errando, si pensamos que en La Eucaristía recibimos al Cordero inmolado, al Crucificado estamos en lo cierto, pero solo a medias
Nosotros somos el Pueblo de La Pascua, en la Misa, no solo celebramos la muerte de Cristo sino su Resurrección y Ascensión, sí cada Misa es Domingo de Pascua, celebramos la Resurrección y exaltación a Dios de Jesús el Cristo, del Cordero inocente inmolado, y celebramos la de todos los santos y justos, y la nuestra
Al comulgar no recibimos un cadáver, recibimos al Cordero degollado, que fue hallado digno de abrir los sellos, y sentarse en el Trono de Dios,” Libro del Apocalipsis”. Recibimos al Resucitado, con su Cuerpo glorioso sacramentado; no somos necrofagos, somos solo como decía un santito. “antropofágos divinos”, divinos porque es divino El joven judío al que comemos.
Tener en cuenta esto, puede hacer cambiar mucho nuestro modo de comulgar.
