jueves, 1 de abril de 2021

Dios, no nos deja


Dios, no nos deja. 
Dios no nos deja nunca, aunque nosotros lo dejemos, reneguemos del, blasfememos contra él, sigue amándonos, y, sabemos que nos ama, porque nos conserva el ser.
Dado que somos criaturas, y, por ello seres contingentes, es decir no necesarios, si Dios no, nos recreara continuamente, no, nos mantuviese en el ser. 
Tornaríamos a la nada, como eso no sucede es prueba de que Dios nos ama, ya que sólo el Amor lo puede mover a actuar así, pues no, nos precisa para nada.
Se podría decir que no ama a los réprobos del Infierno, y no los "deja desaparecer"; pero esto es falso, El Infierno es un estado, no un sitio físico, es lo opuesto al Cielo, es el No a Dios dado libremente por una criatura libre, cuya libertad Dios respeta, pues no puede ir contra si mismo, Sí Dios obligase a todos a "ir al Cielo", sería un dios impositivo, y, eso no es amor, si dejase tornar a la nada, a los que digan sí al Infierno, tampoco sería amor. 
Dios ama a los que están en el Infierno, son ellos los que no aman a Dios, y, por eso " están de "espaldas" a él, odiando y odiándose; y, nadie ve de espaldas, si se volviesen hacia Dios y clamasen perdón, o amor, Dios no los rechazaría, pero están "fijos en el Mal" que han elegido y no lo harán. 
Pero es su culpa Dios lo hizo todo para que fueran felices, no los deja no, nos deja hasta nuestro “No definitivo” y entonces somos nosotros los que lo dejamos a Él.