Dios nos poda.
Jesús en el Evangelio de Juan, en el cap. 14, se compara a sí mismo con una cepa o una parra, y, a nosotros con los sarmientos, nos deja claro, que un sarmiento desgajado de la parra o la cepa, no da uvas, pero también nos avisa de que su Padre, el Viñador, poda esa cepa, esa parra.
Cualquier viticultor sabe, que una parra o una cepa que no se pode, unos sarmientos que se dejen a su aire, pues van a dar unas uvas que no van a valer, por eso los viticultores podan las viñas, cortan racimos inútiles, cortan a los racimos lo que no les vale
No lo hacen porque estén enojados con el racimo, ni para castigarlo, sería absurdo, lo hacen para que les llegue mejor la savia de la cepa o parra, y, puedan dar buenas uvas, uvas que dan no por ellos sino por la cepa o parra
De hecho nadie enseña una parra o cepa, y, elogia al sarmiento, sino a la cepa o parra
Pues bien, a nosotros Dios Padre, también nos poda, nos saca las cosas inútiles, para que la savia de Jesús llegue a nosotros, y, demos fruto, fruto que como en la viña, no es nuestro es de Jesús
Y, así Dios permite seamos tentados, permite que de vez en cuando nos visite el dolor en cualquier manifestación que tenga; no, nos da lo que le pedimos, a algunos para que den uvas de máxima calidad les hace pasar por La Noche oscura, y, todo ello, para que por Cristo lo glorifiquemos haciendo el Bien
Naturalmente un sarmiento que por podarlo no da uvas, pues se corta, si nos empeñamos en no hacer el bien, si dejamos la oración; porque Dios no hace nuestra voluntad, entonces acabaremos muriendo, y, puede si no dejamos que intervenga el Divino Viñador, que acabemos muertos para siempre, es decir en el Infierno
Pero será culpa del sarmiento inútil, es decir nuestra
Dejémonos podar, aunque duela-