domingo, 11 de abril de 2021

No son los propios méritos


No son los méritos propios es la sangre de Jesús la que nos libra de todo pecado.
Podemos tontamente caer en el error de pensar, que Dios nos tiene que perdonar, porque sí, que ya hacemos bastante en el caso p.e. de los cristianos católicos con acudir a La Confesión, y, que añadiendo a eso, la penitencia que nos impongan, y, ya no digamos si añadimos por nuestra cuenta algún mal llamado sacrificio. A Dios no le queda otra, que darnos su perdón
Pues no, hemos desobedecido a Dios, entre todas las criaturas nos hemos revelado
Es cierto que nos pesa, pero eso es don de Dios, es cierto que tenemos intención de no repetir, pero eso es Don de Dios, pero nos olvidamos de una cosa, La Confesión es un Juicio, allí acudimos a acusarnos, "padre me acuso...", y, si uno va a la policía o a un juzgado, y, se acusa de ser el autor de un atraco, no le dan un abrazo, lo meten en la cárcel
Pero en el confesionario, o en el acto de contrición, en el bautismo, Unción de enfermos etc, Dios nos aplica los méritos de su Hijo, nos lava con su Sangre, y, entonces por eso  el sacerdote, en Nombre de La Trinidad, nos absuelve nos perdona los pecados, que Jesús clavo en el asta de su Cruz y lavo con su Sangre
Dios nos perdona por los méritos y La Sangre de Cristo, y claro esta ello implica creer en Cristo, y, aceptar sus métodos