sábado, 17 de abril de 2021

Mujeres valientes XX. María de Nazaret la madre de Jesús


Mujeres valientes XX. María Madre de Jesús
María de Nazareth la esposa de José, la madre de Jesús, de Nazareth es una mujer valiente
Es al empezar el momento más importante de su vida, una muchacha judía, que con todo su pueblo, espera al Mesías, que ora por su venida.
Y, que de pronto recibe un “Mensajero”, que le anuncia que es la elegida para ser su madre, pero María no es una muchacha alocada  que responda al tum tum, allí no esta él que ya es su esposo aunque  aún no convivan, quiere asegurar una cosa, si aquello viene de Dios, y, por eso, no dice que sea imposible, pregunta como será, pues ella es virgen
ElMensajero celeste, le aclara el misterio, su Hijo viene enteramente de Dios, no entiende, no le importa, sabe que al decir que sí, compromete su matrimonio, compromete su vida, no le importa, o si le importa, pero Dios es primero, por eso, se limita a decir “Yo soy la esclava del Señor, que se haga en mi tu Palabra”.

Ya es Madre del Mesías, pero su vida sigue igual, ha sabido por el Mensajero del embarazo de su parienta, ya mayor para ser madre, y, allá se va ella, no a comprobar nada, hay cosas que se creen o no  se creen
No va a comunicar lo que paso en ella, pero al saludar a Isabel el hijo que esta en seno, lo destapa todo

Y, la jovencita se ve alabada como La Madre del Señor, toma el testigo, y, alaba Ella a Dios, su Salvador, y, como profeta muestra ya un mundo donde los humildes han sido ensalzados

Vuelve a su casa, no dice nada a su prometido, y, sabe que su vida  esta en riesgo, pero se aguanta el miedo, ser valiente no es, no tener miedo, es sujetarlo
Por fin es recibida en casa del esposo, a los pocos días,  viaje a Belén, allí da á luz en una cuadra, pocos meses más tarde, tienen que exiliarse en Egipto, de Egipto volver a la patria

Un día el hijo con 12 años, le dice que él tiene que ocuparse de las cosas de su Padre, ella no entiende
Vuelve la vida normal, demasido normal, un día el hijo se marcha para hacerse bautizar, lo encuentra al mes siguiente en una boda, con sus amigos, allí tiene la valentía de decirle que no hay vino, él le recuerda que no es su hora, pero ella no se da por enterada, y, con valentía y prudencia, para no dañar la honra del hijo, no dice a los sirvientes, “ese es mi hijo”, porque de no hacerle caso, Jesús quedaría como un mal hijo, que no atendió los ruegos de su madre, no ella dice sólo, “Haced lo que Él os diga”
Jesús obra el milagro, aumenta su gloria, ella valientemente a la sombra
Más tarde verá como su pueblo su patria chica desprecia y, hasta intenta matar a su hijo;  oirá la muerte Juan, el hijo de Isabel, vera como su hijo es cuestionado por las autoridades religiosas, como incluso lo llaman endemoniado, blasfemo, loco
Llega el momento cumbre, Jesús es condenado a muerte de Cruz, los parientes de los crucificados, rara vez estaban cerca, mejor que nadie relacionase, María, sí, ella permanece al pie de La Cruz, ve morir al hijo, lo ve sepultar
El Encuentro con su Hijo resucitado lo tiene en La Iglesia y con La Iglesia, que aún no ha nacido plenamente
Por fin tras la Ascensión al Padre de su Hijo, ella ora con La Iglesia, en total unos 120, por el Don de lo alto
Viene el Espíritu que había venido para hacerla Madre de Jesús, ahora viene, hacerla Madre de La Iglesia, de cada bautizado, en realidad de cada hombre
Hay murmullos fuera, a ella le gustaría hablarles de su Hijo, pero sabe que no es su misión, por eso, calla cuando Pedro sale a hablar a los que están fuera, ella mientras oraba en su Corazón

Empieza la vida de La Iglesia, ella estaría en lo que estaban todas las mujeres que habían aceptado a Jesús como el Mesías e hijo de Dios, atendiendo a pobres, viudas, huérfanos
Sufre con la muerte de Esteban, las persecuciones a Pedro, Juan Santiago, seguro que oraba por un tal Saulo,  un perseguidor sanguinario
María sigue como Mujer valiente, manteniendo su Fiat, “hagase”,  hasta que su Hijo la lleva consigo, y, en el Cielo sigue manteniendo su Fiat.