En la tribulación, el gozo, el dolor y la alegría estamos en manos de Jesús-
Cuando nos sentimos atribulados, tristes sin saber el motivo, incluso con algo de "Noche oscura", cuando nadie nos entiende, cuando sufrimos no importa el motivo, o estamos pletóricos de felicidad, Jesús está con nosotros, nos acompaña, se alegra con nuestra alegría, con nuestro gozo si es sano y verdadero, sufre con nuestro dolor, llora con nosotros.
A veces nos limitamos a pedirle que nos solucione este o aquel problema, pero es que Jesús es también un ser humano, es nuestro hermano mayor, que ha pasado por todo lo que podemos pasar, pero en grado mayor, él sabe lo que es orar, y, que en apariencia al menos Dios no te escuche, lo que es sentirte abandonado
Pero también conoce la alegría del reencuentro con sus amigos, y su madre
Sabe lo que es perder a un amigo, ser traicionado por otro, y, negado por otro
Y la alegría de perdonar al amigo
Y, sabe que El Padre sabe más, que a veces le encanta jugar al escondite
Por eso porque no, hablar con Jesús como con un amigo, contarle lo que nos pasa, lo bueno y lo malo, sin pedir, ya él sabe, luego abrir la Biblia y, escuchar lo que nos dice, que a lo mejor, ese día, prefiere seguir en silencio
Pero sabremos que en lo bueno y en lo malo, estamos en sus manos
por cierto quien no da gracias por tener salud, cuando la pierde no tiene derecho a reclamo, vale para todo.
