Mujeres valientes XVII. Lidia la vendedora de púrpura .
Lidia es una de las colaboradoras de Pablo de Tarso, el hombre acusado injustamente de misogino.
Pero la protagonista de esta historia no es Pablo sino Lidia
Es el Libro de Los Hechos quien nos habla de ella, y, pensando un poco podemos intuir muchas más cosas. Hechos 16
Vivia en la ciudad de Tiatira, era vendedora de telas de purpura, y, adoraba a Dios. Al decir que vendía purpura, o telas de púrpura , nos habla que era comerciente en productos exclusivos, diríamos hoy, la púrpura salvo reyes y emperadores; muy pocos la podían usar, pues era muy cara, ya que eran telas teñidas con la tinta de un molusco, que sólo se conseguía buceando, y, hacía perder muchos esclavos. Eran pues un producto muy caro, así que la clientela de Lidia tenía que ser una clientela exclusiva, hoy serían “pendejos del Hola”, por lo tanto Lidia era una mujer acomodada.
Al decir que “adoraba a Dios”, esta indicando que era una fiel judía; o al menos una proselita de la puerta, es decir conversa al judaísmo desde la fe helenistica u otra
Al escuchar a Pablo ella y sus 3 amigas, creyeron en Jesús, se bautizaron, y, Lidia ofreció su casa, a Pablo y, sus acompañantes.
Su casa se transformo en Iglesia, los primeros cristianos los primerisimos no tenían iglesias, templos, hasta el año 80, el cristianismo era una rama más del judaísmo hasta que en el año 80, fuimos excomulgados de La Sinagoga.
En la época de Pablo, los cristianos iban al Templo, cuando podían es decir cuando estaban en Jerusalén, hasta que fue destruído por Tito, en el 70 y con ello la ciudad de Jerusalén, y, cuando no podían ir al Templo, iban a las sinagogas, para La Fracción del Pan, Eucaristía, se reunían el primer día de La Semana, que es el Domingo, en las casas
Lidia no ofrece su casa sólo como hospedaje, sino como lugar de oracion y encuentro el tiempo que estuvieron allí, y, para los cristianos que dejasen
Vista la situación de la mujer entonces, y, hasta no hace tanto, tenemos más datos sobre Lidia aunque no, los cuente Lucas
Tenía que ser o una mujer soltera mayor, o viuda mayor sin hijos
De ser una joven soltera, no habría podido decidir nada, pues estaba sujeta a la autoridad del padre, o de los tutores, de ser casada a la del marido, y, de ser viuda joven, a la de los suegros o padres, y, viuda mayor con hijos, a la autoridad de los hijos varones, lo mismo en el caso de que fuese divorciada; Lucas es claro fue ella quien les ofreció su casa, luego era ella la señora de sus bienes
Fue valiente, no sólo porque acogío a unas personas que no conocía, sino porque ella que trataba con lo exclusivo de la sociedad, no dudo en admitir a unos anunciadores de un Judío crucificado, que según ellos había resucitado, y, no sólo eso, sino que se hizo publicamente su seguidora
Es fácil suponer que perdería muchos clientes, es posible incluso que a todos no le importo. Tenía al mayor tesoro Jesús
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