Jesús vino a levantar lo caído
A veces da iba decir miedo, pero mentiría lo que algunos tienen la poca vergüenza de escribir en las redes sociales, y, el hatajo de imbéciles y no es insulto, que les corea, diciendo, amen.
Recuerdo sobre todo, un caso en él que una descerebrada, en una página pro vida, citaba su estancia en el infierno, del que al final había salido, no voy a entrar a deshacer las estupideces vertidas
lo malo del relato de la falsa historia, no era la torpe descripción del infierno, sino lo que decía sobre Jesús, el Jesús que aparecía allí, de “visita en el infierno”, era un jupiter de 3ª categoría, sin misericordia, sin amor, mientras ella le clamaba clemencia, que le diese otra oportunidad, él le decía que ya le había dado muchas, al final como si fuese un mafioso, le devolvía la vida,, para que volviese a la tierra y lo contase.
Sí lo contase como cuento ya sería grave, darle visos de verdad, lo hace blasfemo y herético y no por los errores que vierte sobre el infierno, que son de bulto, como olvidar que del infierno no se sale
Es por lo que dice de Jesús no manda al Infierno, cada reprobo es un fracaso suyo, que estuvo en la Cruz, por él que ha elegido una eternidad lejos de su vista
nadie, ninguno de los que están en el Infierno, o en Infierno pues es Estado no lugar contemplan al Hijo de Dios, si lo hicieran el Infierno sería el Cielo
Pero lo más grave es que Jesús no manda al Infierno, el Infierno la separación eterna de Dios, la escogemos nosotros con nuestra vida
Jesús nos busca hasta el último instante, cuando ya el encefalograma es plano, después si al “traspasar la puerta”, se abre un puente, que es el mismo, o se abre un abismo, él que eligió vivir sin Dios, es decir en la mentira, el odio, la injusticia, se queda ahi parado, sufre por no estar con Dios, pero lo odia tanto, que siente que sufriría más viendo su gloria, por eso sólo odia, eso es el fuego que lo consume, y, ese odio le impide darse la vuelta, y, ver a su Redentor que lo acogería
Porque Jesús que fue a lo que vino, busca al caído, como lo demuestran la Biblia y la vida de tantos santos y personas
Ya antes de la Encarnación Dios dijo
“Que no quería la muerte del pecador si no su conversión y, su vida”
y, Jesús recordó que hay más alegría en el Cielo por 1 solo pecador convertido, que por 99 justos
y, nos contó la maravillosa historia del Hijo pródigo
Dios, Jesús perdonas una y millón de veces nunca es tarde para recomenzar por grande que sea el daño hecho, el Infierno es siempre elección nuestra, el Cielo recompensa suya, pues nadie lo merece