sábado, 21 de marzo de 2020

Dios no quiere ni mucho ni poco, lo quiere todo



Nuestro Dios es un Dios celoso exigente, un enamorado que no se conforma con migajas, algo propio de todo enamorado.

Porque Dios no es que nos ame, es que esta locamente enamorado

Por eso no quiere que le demos mucho amor, ni poco, muchas horas de adoración o pocas, que pongamos una poca de nuestra vidas, de nuestros bienes, o todos a su servicio

Lo quiere todo, nos quiere a cada uno enteritos pecados inclusive, nos quiere, quiere que le demos todo, nuestro ser entero, es decir nuestra voluntad, y, que por eso porque él nos la dio, disfrutemos de la vida, y no impidamos lo hagan los demás, pero si ese disfrute en ese momento nos aleja del, lo sepamos dejar, que lo amemos en todas las personas y en todas las cosas, y. sólo rechacemos el amor, la parte de amor que nos impida amarlo, porque eso ya no sería amor

Que nos duela el pecado, por lo que de traición a su Amor tiene, más que por de fracaso nuestro es

Que todo lo que hagamos, sea por Él y con Él no buscando el éxito ni el fracaso, sino lo que Él quiere

Como dice Él mismo por la pluma de Pablo
"Cualquier cosa que hagais hacedlo para gloria de Dios"

Es lo que Él quiere, todo, cada instante de la vida, no sólo lo que llaman vida religiosa

como la esposa, la novia, el esposo, el novio no viven enamoradas sólo en los momentos de intimidad los esposos, de cariño los novios, sino que lo viven hasta cuando discuten. pues eso.