Dios ya nos ha premiado en Jesús,
pero eso no significa, que; “ya estemos”, dentro del Cielo, es decir con Dios,
salvados, por lo que a Dios hace, si estamos salvados, pero Dios respeta
nuestra libertad, mi libertad, Dios no me introduce en su Reino a la fuerza
El Cielo es un regalo, un Don, y,
yo soy libre de aceptarlo, como lo acepto, lo acepto cuando digo que Si, a
Jesús, cuando lo reconozco por Señor, y, eso no es un mero decir, puedo decir que mi presidente es el presidente
de Francia, pero si hablo castellano, voto a partidos españoles, y, pago
impuestos a España, soy española no francesa
Del mismo modo, si digo que Jesús
es mi Señor, que esta vivo, pero no le obedezco, no sigo sus enseñanzas miento,
lo estoy rechazando, y, me estoy poniendo fuera del camino de salvación
Y, si no dejo, que él me tome de
nuevo, si no vuelvo a confesar con mi vida, que es mi Señor, que pasa por usar
los medios puestos por él, y que yo conozco, pues quedaría fuera
Resumiendo al Cielo vamos ir
todos, pero si uno decide no ir, no es forzado
El Sí, y, el No, se da con la
vida