El juicio llega de improviso, sólo queda
confiar en Dios
El juicio de Dios., no es como el de los
tribunales humanos, es de Justicia,
Dios nos juzga para hacernos justos, el
Juicio consiste en que Dios ilumina nuestra conciencia, primero para que
sepamos su voluntad, que se nos manifiesta por la conciencia, la Escritura, la
Iglesia
Dios nos ilumina haciendo que reconozcamos
nuestro pecado, una vez hecho esto, tenemos dos opciones
Una pedir perdón, y, de la Mano de Dios
empezar de nuevo, o, seguir empeñados en el Mal, y, decir que No, a Dios,
si la muerte nos sorprende en ese No, será el infierno, al que nos habremos
enviado nosotros mismos, no Dios
Ese es el juicio particular, el llamado
universal, que es una forma de decir, porque el juzgado ya no volverá a serlo,
es el que toda la humanidad tendrá sobre el amor, porque si Dios en los otros
no es lo primero, todo lo demás es perdido
Nadie sabe, si dirá a Dios que sí, hasta
donde llegará la prueba, pero hemos de confiar en Dios Él no falla, con
Jesús le diremos que Sí
Confiar en Él, pero temernos a nosotros
mismos
El Juicio de Dios es la condena de satán,
El pecado no creer en Jesús, La Justicia que Jesús deja de ser visible, porque
está en el Padre
El Juicio de Dios, es la condena de satán,
del Mal, la condena definitiva, porque el Mal ha rechazado el Bien, La
Luz, lo hizo por medio de los hombres, a los que engaño
Ahora su condena es definitiva, se le ha
descubierto, Jesús lo ha encadenado.
El pecado al que se refiere Jesús en Juan,
en la Cena, es no creer en Él, no creer quien es, y, no creerle a Él, porque si
no se le cree, no se puede ir a Él, y, se sigue a merced del Mal
La Justicia de Dios, que Jesús, el hombre,
el hombre Jesús deja de ser visible, porque está en el Padre,
precisamente por eso, sigue venciendo, sigue aplastando el Mal, hace Justicia,
y, Dios se la hace a Él, al glorificarlo
Jesús es el juez
Lo ha dicho bien claro; “El Padre ha
entregado, al Hijo todo el poder de juzgar”
Pero este juicio, no es como los de la
tierra, es un juicio salvador, un juicio en el cual, el juez es a la vez,
abogado, y, además hermano del que juzga, y su Creador, humanamente
sería ilegal
Tampoco podemos pensar que es algo, que va
pasar, al final de la vida, ahí será la “última sentencia”; en realidad la
sentencia la dará cada uno
Pero el juicio empieza aquí, el Asesor es
el Espíritu Santo, por medio de la conciencia
La Luz de Jesús, que es Él mismo, nos
ilumina para que veamos, lo que hemos de hacer, y lo que hemos hecho mal,
pero una vez reconocido nuestro pecado, y, confesado, y no me refiero al
sacramento que es sólo para católicos y otros cristianos, en lugar de ser
rechazados, el pecador arrepentido es admitido, Jesús el Juez paga el mismo, su
deuda, ya la pago en la Cruz, y de nuevo le da, nos da fuerzas para seguir
adelante, no hay machacamiento, si alguien lo tiene, es un problema
mental, lo perdonado, perdonado esta, llegará un día el último en que ya
no habrá un ahora voy ser bueno, porque ya estaremos frente a la Puerta, ahí
con lo que en ese momento tengamos en el corazón, responderemos, “quiero
entrar, Señor”, y escucharemos al Juez diciendo, “Ven siervo bueno, y fiel…”;
pero también cabe la horrible posibilidad de que nuestro corazón diga; “ Quién
eres Tú Jesús, no te conozco, nunca te he obedecido”; entonces el Juez no podrá
permitir que nos abran la Puerta, y, quedaremos fuera, eso es el Infierno, al que
iremos por burros, no por la voluntad del Juez
Gracias a Dios, Nuestro Juez, es nuestro Hermano Jesús
Jesús, juzga a los hombres, porque es
hombre
Dios es el Juez, pero Dios ha dado su
Hijo, el poder de Juzgar, como las 3 Personas son iguales, son el mismo
Dios, no se refiere a que Jesús, nos juzgue en cuanto Dios, naturalmente que
sí, no deja de ser Dios, ni de ser hombre, pero como Dios juzgo siempre, lo
hace con el Padre, y, el Espíritu Santo; al decir el Evangelio de Juan, que
Dios le ha dado todo poder de juzgar, se refiere a su humanidad
Y, lo ha hecho por amor a nosotros
Un Juez de los nuestros
Que fue tentado en todo como nosotros,
epístola a los hebreos
Que nos ama, nos amó hasta dar la vida
Que es responsable nuestro, se hizo
nuestro responsable, al escogernos, al morir por nosotros en La Cruz, al
resucitar
Si dio su vida por nuestra salvación, no
va dejar que nos perdamos, hará lo imposible
Un juez que sabe lo difícil que es a veces
ser fiel a Dios
Somos afortunados nuestro Juez es un
hombre, que fue tentado que es nuestro hermano que murió y resucito, y que al
mismo tiempo es nuestro Dios