martes, 27 de febrero de 2024

Personajes de Lucas

 

Personajes reales de Lucas

No incluyó a Jesús ni a todos los Apóstoles

Pedro. Es impulsivo siempre está dispuesto, pero después le fallan las fuerzas; hasta que Jesús le echa una mano

Juan y Santiago. Hermanos e impulsivos medio alocados, que no dudan en pedir los mejores puestos en el reino de Jesús, reino que ellos imaginaban terreno, y que responden que están dispuestos a beber “el cáliz que beberá Jesús”, sin saber a que se refería. Esperando que por ello Jesús les dijera que los puestos eran suyos. Pero Jesús que no pensaba como ellos sino en el Reino de su Padre le dijo que esos puestos los daba el Padre. Y, que ya estaban dados, menuda carita se les debió de quedar a los futuros santazos, y encima sus colegas se los quisieron cargar porque ellos también querían los primeros puestos, al final Juan lo tuvo al pie de la Cruz y los dos bebieron el cáliz

Simon el leproso. Un personaje que fue curado de la lepra por Jesús y dio un convite para celebrarlo, como Jesús acepto la presencia de una mujer de mala vida. Simon dedujo que no debía saber quien era, y que por lo tanto no era un profeta. Jesús le recordó que la persona que era más perdonada era la más amada, y eso era aquella señora; que había tenido con él gestos de cortesía llevados al extremo, mientras que él es decir Simón no había tenido ni los mínimos.

Pilato. El procurador cobarde que para no perder su puesto, condeno a muerte a Jesús

Herodes. Reyezuelo puesto por Roma, el asesino de Juan el Bautista, encamado con su cuñada, al que Jesús califico de Zorra, no zorro, zorra. Por qué pregunta para hacer a Jesús al llegar al Cielo.

El centurión y su empleado. Un romano con cargo militar importante que solicito de Jesús que curase a su empleado que se había quedado paralítico, pero no acepto que Jesús fuese a su casa, pues le bastaba con una palabra para sanarlo, y él no era digno de su visita. Jesús curo a su empleado, y alabó su fe

Los 10 leprosos. 9 judíos y un samaritano que estaban infectados por lepra, al ir hacia Jerusalén para presentarse a los sacerdotes que eran los que tenían que diagnosticar si era lepra y si se habían curado. Quedaron curados, los 9 judíos siguieron el camino, el samaritano regreso a dar gracias a Dios y a Jesús que alabo su gratitud. Hay que decir que el samaritano no podía ir al Templo no era un judío, pero pudo seguir su camino. Los 9 sanados son como los que vuelven a Dios loco pidiendo, y cuando obtienen la petición lo achacan a ellos mismos o se olvidan.

El leproso. Posiblemente el Simon de la primera referencia, era un hombre con lepra que tuvo el coraje de pedir de lejos a Jesús, no que lo curase sino a decirle que sí quería podía limpiarlo curarlo, Jesús aunque tocar o estar cerca de un leproso volvía impuro, se acerco le toco y lo dejo limpio.

El hijo de la viuda de Naín y la viuda. Un joven hijo único de una viuda al que Jesús volvió a la vida, y lo devolvió a su madre en la ciudad de Naim. Seguramente le recordó a su madre

El paralítico. Un joven paralítico al que sus amigos habían bajado por la terraza de la casa, y puesto ante Jesús. Jesús primero dijo que sus pecados estaban perdonados, y ante al gente escandalizada, porque solo Dios puede perdonar el pecado, les pregunto que era más fácil decir tus pecados están perdonados, o levántate y ponte a caminar.

Era evidente que lo primero porque no sé ve. Pero si anda o no anda, se ve.

Así al que le mandó caminar y se puso a caminar; aunque le mando llevarse su “camilla, no había sillas de ruedas todavía”. Con esto Jesús le decía y nos dice. Que siempre aunque se haya curado nuestra parálisis espiritual nuestro pecado, hemos de llevar la camilla es decir no olvidar lo que nos hizo o nos hace caer. Vamos no canonizarnos.