Buscar no los bienes de Dios, sino a Dios mismo.
El obispo vietnamita. Van Thuan, decía que a veces hay que saber dejar las cosas de Dios; por el Dios de las cosas
Del mismo modo. Hay que buscar no los bienes de Dios, sino a Dios mismo.
Hay que buscar los bienes, el bien. Que viene de Dios. Por supuesto, la salud, la paz familiar y social, la tranquilidad, la paz de conciencia, el reposo en la fe. etc.
Pero a veces puede suceder que esos bienes nos sean negados en parte, o totalmente. No, porque Dios quiera castigarnos, ni probarnos, ni porque nos odie, no sabe ni puede. Si no porque somos parte de un entramado de criaturas y los demás también son libres, a veces somos nosotros mismos los causantes
Pensemos en la salud, es un bien, pero no un bien absoluto, hacer de la salud un bien absoluto, es divinizarla, es hacerla un ídolo
Hay que cuidar la salud, llevando una vida sana, pero Dios quiere que compartamos la vida con los demás, hacer vida de asceta, si no se es asceta no es ni lógico, ni humano, ni cristiano.
Siguiendo con la salud. Hay que procurar su recuperación, cuando se pierde, pero no yendo contra la voluntad de Dios, brujos, hechiceros, chamanes, sino obedecer al médico, salvo que indique algo contra la moral natural
Aceptar que Dios nos hizo caducos para esta tierra, eternos para su Casa, tiempo de intensificar la oración, no el rezo. De ponerse en manos de Dios, de dejar que Dios a través de la enfermedad en este ejemplo nos hablé
Lo mismo para cada uno de los demás bienes
Porque la enfermedad con Dios, acabe en Salud perfecta en la Jerusalén del Cielo.
La salud del cuerpo sin Dios, acaba en la enfermedad pútrida del Infierno.
Reflexión 9 de septiembre 2023
Reflexión 2 de enero 2024
