Para calmar la sed del sediento primero hay que ir a la fuente
No basta con tener intención, si uno no tiene en su casa líquidos bebibles, no puede dar de beber
Sí una persona con sed, me pide de beber, yo tengo que tener agua que se pueda beber, o cualquier líquido que sirva para calmar la sed.
No puedo hacerlo dándole sopa, o vino y licores
Pero para poder darle agua, tengo que tenerla y que sea potable, hoy todos tenemos agua corriente en casa, para ello es preciso que esté dado de alta, en los servicios de agua del ayuntamiento, que harán que el agua canalizada llegué hasta mis grifos.
Si estoy en el campo y no tengo este servicio, habré de ir al pozo, a la fuente
Incluso en la ciudad si hay un corte de agua, tendré que ir al súper a la tienda a comprarla, y buscaré la mejor pensando primero en mí luego la compartiré con quien tenga sed y me pida
En la relación con el otro, los otros pasa igual, no puedo dar esperanza si no la tengo, ni fe, ni alegría, ni ayuda que no humillé, ni buen consejo, es preciso que la tenga, si soy cristiana me llega por Jesús, su agua viene a mí, si mantengo las tuberías del alma limpias, a veces tendré que ir a la tienda. Los sacramentos sobre todo la Penitencia a adquirir el agua pura, otras tendré que buscarla en la oración personal en las buenas obras en la vivencia del Evangelio, en la formación pensando primero en mí. Luego si Dios me manda sedientos compartiré mi agua que es la Suya con ellos
Pero primero tengo que tenerla yo