El sacerdote cristiano, “padre madre hermano, uno más, uno con los otros, primer servidor”
El sacerdote cristiano, en primer lugar debe serlo, porque Dios lo ha llamado, malo cuando lo es por que lo quiere mamá, porque de algo hay que vivir y trabajar
El Espíritu Santo es muy claro
“Nadie se tome este honor, si no quien sea llamado a él por Dios como Aaron”, carta a los hebreos
Y, ha de ser padre, padre de los fieles que Dios por su obispo le encomienda y de todos los cristianos, más aún de todos los hombres, padre que se gasta y desgasta día y noche, para que no les falte el pan, no el físico que en ocasiones excepcionales también sino, el pan de La Palabra, de La Eucaristía.
Padre que corrige cuando es preciso, padre que enseña
Ha de ser madre, madre que da la vida, de Cristo en los sacramentos, madre que “amamanta que nutre” con “la leche de La Escritura, madre que lava a sus hijos en los sacramentos penitenciales, penitencia, unción, bautismo.
Ha de ser hermano, que como sus hermanos esta sometido a Cristo, sometiéndose en primer lugar a su obispo y con él al Papa, hermano que comparte alegrías, que sabe delegar, que no se cree exclusivo, ni quiere hacerlo todo, hermano que pide ayuda, hermano mayor
No ha de ser ni ir de extraordinario, ha de ser un miembro más de La Familia que es la Iglesia
Ha de ser uno con los otros, el primero en reconocerse pecador, y, acudir al confesionario, no a confesar, a confesarse
Ha de ser el primer servidor, esta en el sitio de Jesús, actúa en su Persona, y, Jesús no vino a ser servido, sino a servir
Por lo tanto ha de ser el primer servidor
No ha de buscar aplausos, pero si se los dan, saber que no es por él, es por Jesús
Ha de ser pobre, en el sentido de ser consciente de que nada tiene, suyo, y, nada suyo interesa, solo interesa lo que la Iglesia pone en sus Manos
No ha de alejar a los fieles de la Comunión con el Papa
Ni venderles cuentos chinos
Ni buscar el primer puesto
Ni aprovecharse ni de pobres ni de ricos
Ha de llevar a todos a amar La Escritura
Ha de saber que no lo va tener facil, que nadie le va agradecer o muy pocos, que muchos lo criticaran o calumniaran
Pero que puede esperar quien sigue a 1 Crucificado, bueno quien sabe que el Crucificado está vivo y glorioso
El sacerdote no puede hacer nada de esto solo, precisa que oremos por él, que seamos su apoyo
Nuestros sacerdotes, nuestros buenos sacerdotes merecen nuestra oración, y, los malos no la merecen pero la necesitan más
Oremos a Dios y a Santa María, y a San José, por nuestros sacerdotes.