El Resucitado y el Cordero del Apocalipsis
Cuando El Resucitado se aparece en el Cenáculo, les muestra las heridas, heridas que la del Costado es mortal, ningún ser humano puede vivir, con una herida en el corazón. Sin embargo Jesús no solo vive, sino que es confesado como el Viviente, Él que vive, no quien está vivo ahora, sino, Aquel que vive por sí, él que vive, y, por ello la Fuente de la Vida
Jesús vive por el Padre, con quien comparte su naturaleza divina, y de quien recibe por creación su naturaleza humana
Jesús es decir los Evangelios podían presentar a Jesús, sin huellas de la pasión, una victoria tan radical que no quedaran marcas de la lucha, sin heridas, sin heridas mortales, sin costado abierto
Pero no lo hace
Juan el autor del Apocalipsis nos muestra un libro que nadie puede abrir, y es imprescindible que se abra, pero no hay nadie digno de hacerlo, entonces aparece un personaje que es digno de hacerlo, y ese es un cordero, si un cordero el animal más inocente, y, además es un cordero degollado, es decir sacrificado muerto, por lo tanto, sin embargo ese cordero degollado, está en pie, luego está vivo; algo inaudito, esta vivo, pero lleva las huellas de su sacrificio, y es él quien abre el libro, y, ante quien se postran todos los habitantes del Cielo
Y el caso es que El Cordero está en pie precisamente porque fue sacrificado, porque derramó su sangre para que con ella se pudiesen lavar los seres humanos
A todos o si no a la mayoría de los cristianos, y los católicos nos llevamos la palma, nos gusta un cristianismo triunfante, dominador, no es que seamos malos, no somos buenos de más
Queremos una Iglesia que ponga a todos de rodillas a rezar, un Cristo Rey que aplaste a todos los pecadores, o los convierta de golpe, Queremos un Jesús triunfante
A Jesús en su vida terrena, le pasaba lo mismo con los suyos, querían un Mesías poderoso, que les cortará el cuello a los romanos, que dominase, y después de resucitar Jesús hasta que vino El Espíritu Santo, pues siguieron en lo mismo, por eso le pregunta, San Pedrito a Jesús, si es ahora cuando va restaurar el Reino de Israel, es decir vuelta a lo mismo.
Jesús seguramente se río a carcajadas, y, después les recordó que El Padre tiene sus tiempos
Pues bien en el Apocalipsis se nos muestra como el problema sigue, pero entonces aparece un personaje que da una gran noticia
“Ha vencido el león de la tribu de Juda”
Por fin ya era hora, un León que va despedazar a los malos; ya escuchamos su potente rugido
Y, cuando esperamos ver al León, nos aparece el Cordero, el Cordero degollado y vivo, pero un Cordero. Dan ganas de decir- “¿Ésto que es un chiste?”
Pues no, no es un chiste, ese Cordero degollado, que Dios sienta en su Trono, es el León de Judá
Porque Dios no salva por la Fuerza, salva por la debilidad, salva por La Cruz