Sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia.
Jesús se ofreció, por todos y cada uno, Dios aceptó la obediencia absoluta de su Hijo, obediencia que lo llevo a La Cruz, en lugar de nuestra desobediencia. Jesús desagravió y espío por todos, no hace falta nada más.
Pero Jesús, que como Dios lo tiene todo presente, está crucificado a la par que glorioso para el Padre, nos une voluntariamente a su Sacrificio, primero obedeciendo y amando la Voluntad del Padre como Él
Desagraviar y expiar no es darse golpes de pecho, ni pasear con cruces por la calle, por pecados ajenos, reales o imaginados, cada uno debe expiar por sí, pero tampoco podemos hacerlo, sólo Jesús reconcilia, solo Jesús une al Padre, nuestra expiación siempre en unión con él, debe ser sacar o al menos intentar sacar la causa del pecado, de la blasfemia, porque ya nos dice El Espíritu Santo, por Pablo, por culpa vuestra, blasfeman los no creyentes, contra Dios.,
Por lo tanto la expiación es empezar por ser justos, como Él Jesús es Justo