miércoles, 15 de diciembre de 2021

No se trata de preferir


No se trata de preferir salud o enfermedad, sino de preferir y querer lo que Dios quiere, sea lo que sea.
A veces un mal entendido concepto de la Fe cristiana, puede llevarnos a pensar que lo que Dios quiere, es el sufrimiento, y, eso es una blasfemia, Dios quiere nuestra felicidad, pero debido a nuestro pecado, a veces para ser felices, de verdad no un ratito, hay que pasar momentos de dolor
Dios no quiere la enfermedad, ni la hace, quiere a los enfermos, pero tampoco se trata de hacer de la salud un ídolo, ni del bienestar, el absoluto, sólo puede ser Dios
Por lo tanto se trata de estar allí donde intuímos Dios nos quiere, un poco como recuerda Pablo a los cristianos de Corinto, sin envidiar de la situación del otro, buscando salir de la enfermedad, la penuria, pero si vemos que Dios no quiere que salgamos, porque sólo yendo contra su voluntad podríamos salir, seguir allí. 
Y, al revés si nadamos en abundancia, y, nos da la idea de darlo  todo a los pobres, pero Dios nos revela, nos hace sentir que lo nuestro es seguir en el mundo y servirlo con nuestros bienes. 
Pues a seguir figurando como el más rico, pero pobre ante El Señor
Y, yendo a terreno práctico, qué es más ir adorar al Señor en La Eucaristía, hablar con él, o quedarnos con la vecina, o pariente o conocida sola en una cama de hospital o en su casa, que por las razones que sean, no tiene a nadie, y, precisa le den a veces un vaso de agua, y, las enfermeras si es en el hospital tardan en llegar.
Bien empezando que no tenemos méritos, no merecemos nada, los méritos Cristo y La Virgen, pues si tenemos en cuenta que él mismo Chico que está en el Sagrario, dijo que él era el enfermo, hasta el punto de que la visita al enfermo, era hecha a él, pues sería lo mismo, sería ir hacer compañía a Jesús en el hospital con su disfraz de enfermo, y, a lo mejor las pías señoras de Santa Melania no lo entendieron, porque dirían y con mucha razón que primero El Señor, y, eso habríamos hecho, primero el Señor no las devociones.
Pero ojo, también a la inversa, si vamos a visitar vale el ejemplo para cualquier otra obra de piedad, si vamos a visitar a un enfermo, pero sentimos el impulso de ir hablar con Jesús en La Iglesia, y esa persona, pues ya tiene compañía. Pues entonces a visitar a Jesús Eucaristía, porque el Jesús enfermo, ya en ese momento tiene quien lo vuelva loco, y, hacerlo aunque escandalice a la buena gente, que de buena no tiene nada
En suma se trata de como María, José y su Hijo, hacer y querer lo que quiere Dios, sea lo que sea