La mansedumbre, es también comprenderse y aceptarse uno mismo, como es.
Como nos hizo Dios, ojo no se trata de aceptar ni conformarse con los fallos, errores y, pecados, contra eso, hemos de luchar, porque eso, no lo quiere Dios, nos quiere a nosotros, me quiere a mí, como soy, a tí como eres
Hay que aceptar que no todos valemos para lo mismo, ni podemos hacer lo mismo, y, saber dejar que otros hagan lo que nos gustaría aceptar
Aceptar y agradecer y pedir ayuda cuando se necesita, es un excelente ejercicio de humildad y realidad
Saber adecuarnos a nuestro carácter, nuestro temperamento
Vamos si uno tiene vértigo, meterse a escalador es una estupidez
Pero al tiempo estar dispuesto a escalar el Everest, si Dios nos lleva a ello, si él quiere lo escala un cojo
