En el Evangelio de San Mateo, se
cuenta que los Magos, que habían perdido la Orientación, la Estrella, tras
haber hablado con Herodes, se pusieron en Camino, hacia donde estaba el Niño,
no esperaron a que volviese La Estrella, en su Noche oscura particular, empezaron a caminar, y, de pronto, vieron La
Estrella de nuevo que los guío hasta donde estaba el divino Pequeñín
Es una maravilla orar con ganas,
sintiéndolo en todos los poros, descubriendo en La Biblia el Amor de Dios
Ver el Rosario como un canto de
Amor
Entrar en La Iglesia, y, sentirlo
en el Sagrario
Es una gozada
Pero lo más normal, lo que pasa
el 99% de veces
Es todo lo contrario, se ora sin ganas, a veces uno lo ve una forma
de perder el tiempo
En La Biblia no descubrimos nada,
y, menos Amor
El Rosario se hace tedioso
En La iglesia no notas que este
nadie, en, el Sagrario, lo crees sí,
pero sólo eso
Es cuestión de esperar mejores
tiempos, que vuelva la Estrella, no, porque no volverá
Si uno no ora porque no tiene
ganas, acabará por pegar o matar a los que oran, vale para todos los ejemplos
Hay que orar más, no más en el
sentido de más tiempo, si en el sentido de no permitirse tregua, y, entonces
poco a poco, aunque sea muy débil, veremos de nuevo La Estrella que nos
conducirá a Él.