El fuego del Espíritu Santo,
desata las lenguas, quema el corazón
Saca el miedo al que dirán
Saca el respeto humano
Hace que el esclavo, no tema
enfrentarse al rey, que ni los tormentos le impidan decir la verdad
El tenido por indocto, confunde
al sabio del mundo, que no sabe que responder
Pues lo que oye, es lo que oye en
su corazón, al que quería acallar
Quema el corazón, es decir lo
purifica de las obras muertas
Pero para eso, hay que dejarlo
venir, dejarlo entrar porque sin permiso no viene, y, le damos permiso
aceptando a Jesús,
Y, aceptar a Jesús es aceptar a
su Iglesia, Santa en Él, pecadora en nosotros
Sin Iglesia no hay Jesús, pues
sólo se subió a la Barca de Pedro
Sin Jesús, no hay no viene
el Espíritu Santo
Sin El Espíritu Santo, nuestra
alma nuestro corazón estará helado
Tendremos miedo a todo
El rey temblará ante el esclavo
El sabio se vuelve necio, y, una
bestezuela sabe más que él pues sabe seguir su instinto, que le ha dado Dios