“Los hombres construyen
demasiados muros y pocos puentes” Isaac Newton
Tenía razón el célebre físico,
los seres humanos, tendemos a elevar
muros que nos separen de los otros
Esos muros a veces son su raza
Su condición social
Su condición sexual
Su condición de sanos y enfermos
Pero hay muros peores los que
elevamos en “nombre de dios”
El muro de, no es creyente
No es monoteísta
No es judeo cristiano
No es cristiano
Es un papista
Un cismático
Un hereje
Y, con ese muro, ya no vemos al
ser humano que hay detrás y, con eso no, nos amamos, y, acabamos odiándonos, o
peor siendo indiferentes