Se llenaron de inmensa alegría.
Lo cuentan los Evangelios, Jesús les mostró las heridas de manos y costado.
Y, se llenaron de inmensa alegría al ver al Señor
No es que se pusieran contentos es que su alegría era inmensa al “ver al Señor”
Ellos vivieron con Jesús tres años más o menos. Querían a Jesús, pero su Alegría inmensa inagotable no es porque Jesús este vivo, por supuesto les alegra.
Es que cuando les enseña sus cicatrices de guerra. Ven palpable, y nunca lo olvidarán que aquel hombre, porque Jesús es un hombre, pero ellos ven que es El Señor, el Dios de Israel
Por eso venció a la muerte, murió como hombre cuando quiso.
Por eso puede acoger les. Después de que cobardemente lo dejarán solo
Ahora saben que el Rabino, con el que convivieron tres años es el Dios de Abraham
Ahora no temen ya la muerte
Eso piensan no es cierto
Pero Vendrá el Fuego y el Viento del Espíritu. Y, lo hará posible.