¿Qué quieres que haga por ti?
A muchas personas les gusta, nos gusta hacer bien a otros.
Y, solemos decidir, lo que él otro, los otros precisan.
Nos justificamos diciendo
“Pero sí está claro”
E, imponemos nuestra ayuda, nuestro criterio
Jesús es todo lo contrario
Al ciego Bartimeo, que lo llamó a grito pelado. Cuando lo tiene enfrente. No da por hecho que quiera ver. No hay que olvidar que como hombre Jesús no lo conoce todo
Cualquiera hubiera dicho
Está claro que va querer el pobre ciego
Pero Jesús que nunca se impone le pregunta antes
¿Qué quieres que haga por ti?